Porque a veces la lectura consuela
Ruido con mayúscula es el modo más decoroso de nombrar al sórdido ruido, y ruido de las Redes en su versión más repugnante
Alguien me pregunta por el fin del año Kafka. Es verdad, no había caído, ¿pero puede existir un fin de ese año? Si Messi era Maradona todos los días, Kafka viene siendo Kafka todos los años. La pregunta me ha dejado más perplejo que si me hubieran preguntado por la vida de las hormigas en domingo. No sé qué decir, consciente de que cuanto más se dice es no diciendo nada. Al final, no puedo contenerme y hablo del Ruido con mayúscula, que no sólo era una pesadilla para Kafka, lo fue también para muchos este fin de año. Y si no me extiendo más sobre el Ruido que me amargó la noche es porque no encuentro un adjetivo —atronador, satánico, ensordecedor, maléfico, brutal— que permita calificar con precisión la gresca soportada.