¿Puede la ayahuasca cambiar a un hombre? El auge de los ‘viajes’ contra la masculinidad mal entendida
Las experiencias psicodélicas, ahora de moda entre la élite de Silicon Valley, podrían ser herramientas clave para la deconstrucción masculina. Pero usuarios y especialistas alertan de que es necesaria la actitud y la supervisión adecuadas
Las drogas, como cualquier producto, pasan por fases de mercado. Del mismo modo que la cocaína, antes de permear alarmantemente a todas las capas de la sociedad, era percibida como recreo de yuppies y glorificada como entretenimiento de clases altas o complemento de personajes carismáticos en el cine más comercial de los ochenta y noventa, y en los últimos años la ketamina ha llegado a ser considerada la droga de la generación z, ahora el turno del rebranding le ha llegado a la ayahuasca, milenaria planta amazónica que presenta propiedades psicoactivas tras su decocción. Ya no hablamos solo de la anécdota exótica del aventurero que se fue de año sabático a la selva o el turbio ritual de otro amigo volvió hippie, sino una especie de tendencia entre los directivos de Silicon Valley, un tema de conversación recurrente en la esfera de los podcasts de hombres hablando con hombres (y últimamente ciertos hombres no dejan de hablar) y una sustancia de renovado interés farmacológico para la nueva psiquiatría.