¿Qué salvaría del fuego si su casa arde? Ellos cinco se llevaron desde una cabra a sus ‘cassettes’

Con las amenazantes llamas de media docena de incendios, miles de angelinos tuvieron que responder a la misma pregunta. A otros ni tiempo les dio para salvar aquel recuerdo preciado

Jan 17, 2025 - 05:00
¿Qué salvaría del fuego si su casa arde? Ellos cinco se llevaron desde una cabra a sus ‘cassettes’
Steven Kolker posa junto a su taza, lo único que ha podido rescatar de su casa después del incendio de Pacific Palisades, en Los Ángeles.

El fuego no es paciente. Las llamas no esperan, no se contienen, no aguantan a que nada ni nadie se aparte de su paso. El condado de Los Ángeles vive desde la semana pasada los peores incendios de su historia a causa de distintos focos, especialmente dos, Palisades, al noroeste, cerca de las playas de Malibú; y el del noreste, Eaton, que han quemado 16.000 hectáreas y han arrasado con casas y con las vidas de quienes habitaban en ellas. Más de 80.000 personas siguen fuera de sus hogares tras ocho días de emergencia. Algunos se fueron con lo puesto. Otros tuvieron más tiempo, quizá algunos instantes, para pensar y elegir qué sacar de sus hogares ese objeto que, si se hubiera perdido, habría causado remordimiento.

Seguir leyendoSteven Kolker, con la taza de su viaje a Nueva Zelanda.Caden Eckhoff, de 20 años, en su casa, en la que vivía con sus padres en Pacific Palisades, de donde ha rescatado este camaleón de cerámica. Veronica Vackova, vecina de Altadena, con los 'cassettes' que salvó del fuego su pareja, Chad Robertson, en Altadena, Los Ángeles.Rezvon, 24 años, con la cabra 'Coco', que salvó al escapar del incendio, y que tenía como mascota; en el albergue de Westwood para afectados por el incendio de Palisades. Marni Galef, agente inmobiliaria que lleva tres generaciones viviendo en Pacific Palisades y que solo consiguió sacar de casa un par de bolsas con algunos enseres y un ordenador portátil, espera en una fila de coches a que la policía le permita acceder a su casa para comprobar su estado tras el incendio.