Ruanda se hace fuerte en la guerra del Congo ante la pasividad internacional
El presidente Kagame, con importantes vínculos con Occidente y que cuenta con un ejército poderoso, respalda a la guerrilla del M23 para obtener territorio y minerales en el país vecino

Territorio y minerales. Este es el doble objetivo que se esconde detrás del apoyo de Ruanda a los rebeldes congoleños del M23, el grupo armado que a finales de enero se hizo con el control de la ciudad de Goma, capital de Kivu Norte, y que prosigue su avance y conquistas en el este de la República Democrática del Congo. No es la primera vez que esta guerrilla lanza una ofensiva en esta rica región del África central: ya ocurrió en 2012. Pero en esta ocasión, en un mundo marcado por el ocaso del multilateralismo y el ascenso de la violencia en la resolución de conflictos, el presidente ruandés, Paul Kagame, ha olido su oportunidad. La comunidad internacional señala a Ruanda por su apoyo al M23, pero la tibieza de su reacción muestra los importantes vínculos, económicos y políticos, que Kigali ha ido tejiendo con Occidente.