Rumanía, un viaje a los mercadillos que Bram Stoker nunca visitó
No hace falta esperar a la Navidad para soñar con ella. Viajamos hasta Rumanía para conocer por qué este país tiene algunos de los mercadillos navideños más importantes del mundo

Para muchos, Rumanía es el país de los castillos y de las leyendas, y no se equivocan. Lo cierto es que su región más visitada, Transilvania, sirvió de inspiración al escritor irlandés Bram Stocker para crear su libro más famoso, Drácula (1897), un personaje inventado pero inspirado a la vez en uno histórico (y cruel): Vlad III el Empalador, príncipe de Valaquia en el siglo XV. Esta fama, que quedó plasmada en libros, impresionó a Stoker, que era un lector voraz, y aunque no había ido personalmente a Transilvania, creó en la ficción el famoso castillo del Conde Drácula y a su personaje, ya mundialmente conocido. Eso sí: aunque el castillo que ha pasado a nuestros días como el del Conde Drácula es el castillo de Bran, que se encuentra en la localidad con el mismo nombre, todo apunta a que Stoker tampoco lo conocía, sino más bien el Poenari, hoy en ruinas.