Saya de Malha, la isla invisible que está en peligro
Situado en el océano Índico entre Mauricio y las Seychelles y tan grande como Suiza, Saya de Malha es uno de los mayores campos de pasto marino del mundo. Un pulmón verde cuya biodiversidad y especies marinas están en peligro por la pesca ilegal y la actividad minera, sin que los países involucrados parezcan ponerse de acuerdo para evitar el desastre.

Es un lugar de máxima relevancia para el planeta y, sin embargo, prácticamente nadie ha oído hablar de él. Se trata del banco de Saya de Malha, uno de los mayores campos de pastos marinos y, por lo tanto, uno de los sumideros de carbono más importantes del mundo. Situado en pleno océano Índico, entre Mauricio y Seychelles, a más de 300 kilómetros de tierra firme, ocupa una superficie del tamaño de Suiza. Se conoce como la mayor isla invisible del planeta, ya que, en algunos puntos, la profundidad del agua que cubre la gran meseta apenas mide nueve o diez metros. Sus pastos marinos cobijan una enorme biodiversidad, con tortugas y zonas de cría de tiburones, ballenas jorobadas y ballenas azules. Los investigadores reconocen que es una de las zonas menos estudiadas científicamente, en parte debido a su lejanía. A lo largo de los siglos, los barcos mercantes y los exploradores solían evitar esas aguas por sus profundidades impredecibles. Fue uno de esos lugares de fantasía inexplorados que en los mapas antiguos se señalaban con la expresión “Aquí hay monstruos”. Más recientemente, sin embargo, este banco marino lo frecuenta un variado elenco de personajes, entre ellos, pescadores de aleta de tiburón, embarcaciones de arrastre, mineros de los fondos marinos, embarcaciones pesqueras varadas, tripulaciones hambrientas, yates de lujo y navegantes libertarios.
Este reportaje fue realizado por The Outlaw Ocean Project, organización de periodismo sin ánimo de lucro con sede en Washington DC que se dedica a investigar los crímenes contra los derechos humanos y medioambientales que ocurren en el mar. Además de Ian Urbina, llevaron a cabo el trabajo de investigación y redacción Maya Martin, Joe Galvin, Susan Ryan y Austin Brush.
Traducción:
Ana Hernanz
Diseño:
Ruth Benito
Desarrollo:
Alejandro Gallardo