Se llamaba Mahmoud Bakhum
Los lectores escriben sobre la muerte de un vendedor ambulante en Sevilla, la falta de perspectivas de futuro para los jóvenes, las vacunas, y el valor que damos al lugar del que venimos al emigrar
El mismo día que Lalachus mostró la estampa de la vaquilla del Grand Prix imitando al Sagrado Corazón de Jesús me enteré por la prensa de que Mahmoud Bakhum, de 43 años, con permiso de trabajo y residencia, había fallecido ahogado en el Guadalquivir tras ser perseguido por la policía local de Sevilla durante más de un kilómetro por ejercer de mantero. Mahmoud murió en Navidad, fechas en las que celebramos el nacimiento de otro hombre perseguido por las autoridades: Jesús de Nazaret. El arzobispo de la ciudad donde ocurrió la tragedia, mostró su irritación por la estampilla: ¿hasta cuándo se aprovecharán de nuestra paciencia? Abogados Cristianos y Hazte Oír anunciaron que demandarán a Lalachus por ofensas. Mahmoud no sabía nadar y murió agarrado a su hatillo, donde llevaba el material que le permitía vivir y alimentar a su hija de tres años. Paz y justicia para Mahmoud.