Secundino Hernández, artista sin etiquetas
Del barrio de Hortaleza al mundo. El artista madrileño, uno de los mejor valorados por la crítica y el mercado en España y con celebridades entre sus coleccionistas, prepara una gran exposición individual en Madrid que acercará su obra al gran público

Lo que suele contarse sobre Secundino Hernández (Madrid, 49 años) tiene un poco de cuento de hadas y un mucho de lugar común. En 2013, Don y Mera Rubell, una de las parejas de coleccionistas de arte contemporáneo más poderosas del mundo, fundadores del Rubell Museum de Miami, compraron en Arco un cuadro enorme que él firmaba, y después fueron a su estudio y se llevaron varios más. Ese día, recuerda él mismo, salió “como en cinco telediarios”, y su madre lo llamó por teléfono llorando de emoción. Gracias a la varita mágica de los Rubell, en cuya colección hay piezas de Damien Hirst, Maurizio Cattelan, Anselm Kiefer, Llyn Foulkes o Kara Walker, el joven pintor del extrarradio de Madrid se había convertido en una estrella instantánea. El despegue en su cotización. Los artículos en prensa. Las llamadas y consejos. “En Alemania, un galerista me dijo: ‘Aprovecha ahora, porque vas a tener dos años de vender mucho y luego nada”, recuerda. Afortunadamente, la profecía no se cumplió.