Sergio Llull, el héroe soñado
El nada es imposible se ha convertido en sus manos en algo tangible, alcanzable
Los objetivos, ilusiones o anhelos, primero los soñamos, luego los buscamos, y a veces incluso los alcanzamos. Quién no ha disfrutado, sobre todo de joven, de visitas a ese espacio imaginado donde dejas a un lado tu condición humana, tan limitada, para convertirte en un héroe deportivo. Con solo cerrar los ojos eres capaz de regatear a cuatro jugadores en un palmo de terreno para lanzar y encestar desde nueve metros mientras suena la bocina, el público se vuelve loco coreando tu nombre y los medios de comunicación se quedan sin adjetivos, todos rendidos a tu enorme talento.