Sheinbaum se aferra a un TMEC cada vez más debilitado para hacer frente al muro arancelario de Trump
México insiste en buscar un acuerdo diferenciado ante la escalada proteccionista de EE UU. Confían en su estrategia de no confrontación y en el paraguas del tratado de libre comercio regional

La relación bilateral entre México y Estados Unidos encara su mayor desafío en 30 años. El muro arancelario del presidente Donald Trump ha puesto contra las cuerdas al TMEC y pone en peligro los 800.000 millones de dólares de intercambio entre los dos países. El mandatario estadounidense parece decidido a desplegar su modelo proteccionista, aunque ello implique más presiones inflacionarias para su país. En el último capítulo de esta cruzada, Trump ha impuesto un arancel del 25% sobre los vehículos no fabricados en EE UU. La orden, no obstante, incluye una concesión para México y Canadá: sus socios en el TMEC solo pagarán una parte proporcional de la tarifa, acorde al contenido no estadounidense del automóvil. Además, este viernes el republicano declaró en una conferencia de prensa que no descarta la posibilidad de llegar a acuerdos con ciertos países sobre estos impuestos, pero que eso tendrían que negociarse después del próximo 2 de abril, fecha en que se tiene previsto un nuevo anuncio de aranceles recíprocos. Con esta ventana de diálogo entreabierta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, mantiene su estrategia de “cabeza fría” y cautela para conseguir, in extremis, un trato diferenciado y a su favor con Estados Unidos.