Si Musk hace el saludo nazi, ¿cómo no va a escalar en Vox un exdirigente antisemita?
La elección como líder del sindicato Solidaridad de un antiguo cabecilla de la derecha neonazi es una muestra más de la falta de límites de una ultraderecha desatada

“¿Hoy Fernando Paz hubiera tenido que irse?”, se pregunta Guillermo Fernández, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III. Cabeza de lista de Vox por Albacete para las elecciones de abril de 2019, Paz tuvo que abandonar tras varios días bajo una intensa presión. Es raro que el partido de Santiago Abascal, que sigue la máxima de evitar a toda costa la rectificación, dé su brazo a torcer. Pero es que el asunto era grave: una acusación de negacionismo del Holocausto. Los juicios de Núremberg, había dicho Paz, tuvieron “cierto aire de farsa”. Ni siquiera Vox, que desde su nacimiento blanquea la dictadura franquista, quiere líos con ese tema. Que aparezcan en la misma frase “Vox” y “nazi” o “neonazi” es demasiado.