Siete españoles en el limbo de los 50.000 yihadistas y familiares custodiados por las fuerzas kurdas en Siria
El anuncio de la integración kurda en el nuevo Gobierno nacional sirio pone sobre la mesa la transferencia de la custodia de 50.000 cautivos del ISIS y sus familias
El colapso de medio siglo de dinastía El Asad en Siria el pasado 8 de diciembre ha dado un vuelco en las alianzas internas del país. El último frente interno que estaba activo parece disolverse tras el histórico acuerdo alcanzado esta semana entre la milicia kurda Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y el nuevo presidente sirio, Ahmed al Shara, para devolver a Damasco el territorio que controlan en el noreste a cambio de que los kurdos sean parte integral del país. Aunque queda por ver el impacto de esa alianza, existe un reto muy inmediato. Con ese acuerdo se pone sobre la mesa la transferencia a Damasco de la custodia de los campos, correccionales y prisiones donde permanecen cautivos unos 50.000 yihadistas y familiares del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) apresados durante cinco años de guerra contra el califato. “HTS [la fuerza que derrocó a El Asad y que ahora gobierna Siria] no es una fuerza homogénea, son más de 17 grupos diferentes y ya conocemos su pasado con Al Qaeda [Al Shara fue el líder de la rama siria]. Algunos de esos combatientes pueden tener familiares del ISIS en nuestras cárceles que quieran liberar”, advierte a EL PAÍS Muslim Salih, líder del Partido de la Unión Democrática (YPD, principal partido político de la Administración kurda siria) en la norteña localidad de Hassake.