Todos quieren al pujante teatro latinoamericano
La singularidad de creadores como Guillermo Cacace, Manuela Infante, Romina Paula o Guillermo Calderón atrae a más de 350 programadores internacionales a la gran cumbre del festival Teatro a Mil de Chile
El siempre vibrante centro cultural Gabriela Mistral de Santiago de Chile albergó el sábado pasado la firma de un acuerdo entre el festival Teatro a Mil y los Teatros del Canal de Madrid para impulsar giras de espectáculos que se presentan en el certamen. Fue uno de los muchos pactos que se están cociendo estos días en la trastienda de Teatro a Mil, gran cumbre de las artes escénicas latinoamericanas contemporáneas. La cita se prolonga del 3 al 26 de enero con un centenar de obras de 22 nacionalidades, pero las producciones “más exportables” se concentraron la semana pasada para facilitar las negociaciones a los más de 350 programadores de una treintena de países que han viajado a la capital chilena: representantes de escenarios como el Odeón de París, el Piccolo de Milán, el Vidy-Lausanne de Suiza, el KVS de Bruselas, el Lliure de Barcelona, el festival de Edimburgo, el de danza de Nueva Orleans, el de Otoño de Madrid, el Temporada Alta de Girona o el FIT de Cádiz. Una convocatoria frenética a la que también acudió EL PAÍS por invitación de la Fundación Teatro a Mil, organizadora del evento. El teatro latinoamericano está en alza en los circuitos internacionales de vanguardia y todos andan en busca de nuevas estrellas para la escena mundial.