Tofu Landeira: la pareja que convirtió tierras gallegas abandonadas en el paraíso de la soja
José Luis Landeira y Marta García Arias plantan la legumbre asiática en Galicia, la recolectan y elaboran a mano producto, en sus dos variantes, natural y ahumado, en su obrador
Pensar en la fértil tierra gallega trae a la mente los grelos y las nabizas —las compinches irremplazables del cocido, de amargor inconfundible— los pimientos de Padrón -y su picante sorpresa que a veces asoma, y otras no- o los exquisitos mirabeles —la fruta mágica que solo crece tres semanas al año, en las tierras fronterizas del Baixo Miño con Portugal—, pero rara vez invoca legumbres como la soja. Una pareja se propuso una misión única, que no tiene parangón en España ni en el resto de Europa: cultivar soja 100% ecológica en Galicia para crear su propio tofu artesano, proceso que se conoce como un ciclo cerrado, abarcando todas las fases de producción. La marca se llama Tofu Landeira y esconde una historia de superación, temporales, bocados exquisitos, jornadas largas, tarros de cristal y una firme convicción: galeguizar el tofu sin miedo y crear una alternativa de proteína vegetal.