Tonto el que no se queje
El fútbol consiste, en esencia, en encontrar a alguien que sienta lo mismo que tú. Alguien a quien le ilusione lo mismo, a quien le duela lo mismo, y por supuesto, a quien le indigne lo mismo

Al otro lado de la pared se escuchó una verdad inquebrantable, una fe absoluta. La sobremesa estaba llegando a su fin. Pero ninguna sobremesa que se precie ha de terminar sin una sentencia de muerte, sin una frase definitiva a modo casi de epitafio que dé paso a una siesta apacible —la siesta hay que dormirla siempre con la conciencia tranquila, con las ideas ordenadas: