Toribia: el adiós a nuestros animales familiares
Miles de canes o gatos no tienen biografías, así de aplaudidas como la de Toribia, todos esos animales familiares nos mejoran la vida. Cuidarlos nos hace mejores de lo que éramos
Las vidas de nuestros perros y gatos corren paralelas a las nuestras. Tener un animal a cargo es una responsabilidad y también una prueba, pero, además, puede ser una felicidad. Una que la vale la pena celebrar. El miércoles 8 de enero murió Toribia, mi bellísima perra beagle. Tenía casi catorce años y un veloz cáncer de hígado la dobló en las últimas semanas. Había sobrevivido ya a uno de tiroides, del que se recobró por completo, pero esta vez no hubo modo. Al menos no sufrió. La operaron, vieron que no era posible ningún tratamiento curativo o paliativo, y ella se durmió en paz.