Traten los recortes de financiación como el desastre humanitario que son
La congelación de fondos de USAID pone en jaque los avances en la lucha contra el VIH y tuberculosis, con consecuencias devastadoras de hasta 6,3 millones de muertes adicionales relacionadas con el sida para 2029, advierte Médicos Sin Fronteras
El 26 de febrero, el Gobierno de Estados Unidos envió aproximadamente 5.200 cartas de cese a programas en todo el mundo financiados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y otras 4.100 a programas financiados por el Departamento de Estado y el Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del Sida (PEPFAR). A estos programas se les ordenó el cierre inmediato y permanente de sus operaciones. Muchos de ellos brindaban servicios esenciales y vitales de atención médica en áreas como malaria, ébola, desnutrición, salud sexual y reproductiva, VIH y tuberculosis, y vacunación, entre otros problemas de salud críticos. Estas abruptas interrupciones se produjeron después de más de un mes de caos y desolación para cientos de organizaciones que trabajan en estos sectores, desde que se promulgó la congelación inicial de la ayuda exterior a finales de enero.