Tres efectos perjudiciales del abuso de alcohol que tal vez no conozcas y un enigma
Beber en exceso está socialmente normalizado, a pesar de sus contrastados efectos negativos sobre la salud: altera la arquitectura del sueño y se asocia con depresión y demencia


Hubo un tiempo lejano en el que parecía que había pros y contras en el consumo de tabaco. Había personas modernas, sofisticadas y con gran determinación que fumaban, y otras tristes y puritanas que no. Un escritor mexicano recuerda que entonces los fumadores no eran mal vistos, y “la imagen de un cigarro evocaba una hoguera en la intemperie, la intimidad en la noche fría, cosas así, no el cáncer y la muerte”. Pero ahora sabemos, gracias a la ardua generación de evidencia, que los fumadores habituales pierden, en promedio, entre 10 y 14 años de vida. Fumar ahora, con la información disponible, tiene un innegable y consciente cariz autodestructivo. El afán de la divulgación científica es entender la cultura de su época y contrastar sus tendencias sociales con el modesto pero rocoso conocimiento basado en pruebas, y así poder influir un poco, de forma razonable, en las personas que nos rodean. No se trata de moralizar, sino de promover una toma de decisiones más consciente e informada.