Truhanes (cazados) en Wall Street

El uso de información privilegiada es uno de los males más extendidos en las Bolsas. El supervisor estadounidense, SEC, cuenta con todo detalle los casos que detecta

Mar 3, 2025 - 00:00
Truhanes (cazados) en Wall Street

El uso de información privilegiada es un mal endémico de todas las Bolsas. La diferencia es que en algunos mercados, como el estadounidense, el supervisor (SEC, según sus siglas en inglés) es mucho más activo a la hora de perseguir a aquellos inversores que hacen trampas. En Wall Street se recompensa con sumas millonarias a los chivatos, es decir, a los que denuncian prácticas ilegales que sirven al policía bursátil para destapar tramas corruptas. Además, la SEC sabe que el insider trading, como se conoce en la jerga a la información privilegiada, es muy fácil de detectar —la cotización de un valor cae o sube de forma sospechosa antes de que se comunique una noticia—, pero difícil de demostrar. Por eso, y a modo de aviso a navegantes, el organismo presidido de forma interina por Mark T. Uyeda, tras la renuncia de su predecesor, Gary Gensler, publica con todo detalle cómo maniobran los tramposos del parqué. Estos son algunos de los últimos casos destapados por la SEC.

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Una amplia gama de estafas

La página web de la SEC no solo explica con todo lujo de detalles los fraudes cometidos con el uso de información privilegiada. También publica sus investigaciones sobre todo tipo de estafas. Por ejemplo, cuenta cómo Scott Manson, a través de su firma de inversión  Rubicon Wealth Management, se quedó con el dinero de al menos 13 clientes entre 2014 y 2024 para usos personales como el pago de la cuota de su club o la compra de un minigolf. Otro caso reseñable es el de Eric Cobb, un asesor financiero de SeaCrest Wealth Management, que favorecía a unos clientes con sus operaciones y perjudicaba a otros. Entre 2019 y 2022, usaba una cuenta ómnibus para comprar acciones de compañías cotizadas. Las operaciones que salían bien se las apuntaba a él y a su esposa; las fallidas al resto. 
El supervisor también sigue de cerca todo lo relativo a los sueldos de los directivos: ha abierto una investigación sobre Express, un distribuidor de moda multimarca, porque no informó al mercado de pagos en especie a su ex consejero delegado, incluido el uso del avión corporativo, para fines particulares. También son frecuentes las sanciones vinculadas a los sobornos para lograr contratos. Por ejemplo, en la web del supervisor se cuenta la multa de 30 millones que recibió el fabricante de componentes aeronáuticos AAR Corp, que organizó una red de sobornos para ganar el contrato de venta de dos Airbus A330 valorados en 210 millones a Nepal Airlines, la aerolínea estatal de Nepal.

Recompensas millonarias

La delación tiene un precio. Y en el caso de los mercados financieros, es muy alto. La SEC tiene un programa de denuncias sobre posibles violaciones de la ley del mercado de valores estadounidense. Para incentivar cualquier pista que pueda facilitar la labor del supervisor estadounidense, el Congreso puso en práctica hace ya tiempo un programa de denuncias (whistleblower, en inglés) que habilita el pago de recompensas. La cuantía de éstas oscila entre el 10% y el 30% del valor total del fraude, siempre y cuando este supere el millón de dólares. 
Al cierre del ejercicio 2023, últimos datos disponibles en la página de la SEC, ya habían pagado 2.000 millones de dólares a más de 400 denunciantes. La mayor recompensa se abonó en mayo de 2023, por un total de 279 millones, cuando la información proporcionada ayudó a destapar un fraude de más de 4.000 millones de dólares. Otro pago significativo se realizó en octubre de 2020 a una garganta profunda —los datos de los denunciantes obviamente son anónimos— que percibió 114 millones.