Un billete de vuelta para las ‘mulas’: de traficantes a víctimas de trata
Angelina fue, hace cinco años, la primera beneficiaria en España del principio de no punición. El Supremo tumbó esa absolución. De cómo se resuelva finalmente su caso depende el futuro de cientos de mujeres vulnerables forzadas a delinquir
Angelina, peruana de 27 años, ignora lo importante que es. No sabe que se ha convertido en bandera, en símbolo, en esperanza; que la suerte de cientos de personas en España está ligada sin remedio a la suya. La resolución final de su caso va a determinar si las mujeres vulnerables que han cometido delitos obligadas por grupos criminales deben ser castigadas por ello o exculpadas. En 2020, Angelina se convirtió en la primera mujer a la que la justicia española aplicaba el principio de no punición. Un año antes, había abandonado el barracón con techos de zinc en el que vivía, en un arrabal de Lima, y había dejado a su bebé de cuatro meses en brazos de una amiga, para volar hasta Barcelona. Llevaba medio kilo de cocaína oculta en preservativos que previamente había ingerido. Fue detenida. Pero una sentencia pionera la declaró víctima de trata de seres humanos y la absolvió. Angelina regresó a su país y esquivó la cárcel, el destino que aguarda a las mulas que fracasan, las que se quedaron sin billete de vuelta.