Un experimento recrea el mundo sin vida y surgen protocélulas, un paso previo a los seres vivos: “No hay un soplo divino”
Los investigadores, de un laboratorio español, observan por primera vez la aparición de compartimentos junto a los ingredientes básicos de los organismos
El geólogo Juan Manuel García Ruiz cuenta todavía asombrado que él y sus colegas han creado “un protomundo” en su laboratorio, a apenas 1.500 metros de la playa de La Concha, en San Sebastián. Suena trascendental, y lo es, pero se trata de un pequeño recipiente transparente, de tres litros, en el que básicamente han metido un vaso de agua, metano, nitrógeno y amoniaco, añadiendo descargas eléctricas para imitar el salvaje ambiente de la Tierra primitiva. Es una versión más del célebre experimento de Stanley Miller, un químico estadounidense de 22 años que en 1952 demostró que era sencillo crear los ladrillos básicos de los seres vivos en ese caldo primigenio. García Ruiz, sin embargo, se ha topado con una sorpresa mayúscula. En su frasco también han surgido “protocélulas”, unas estructuras que considera la antesala de la vida. “Es alucinante”, proclama.