Un Giro de Italia dulce para acoger el debut de Juan Ayuso
La ‘corsa rosa’, que partirá de Albania el 9 de mayo, escamotea los Dolomitas y las etapas monstruo que forjaron su leyenda
Giro 25. Modo de empleo. Miércoles 28 de mayo. Etapa 17ª. Salida desde el norte de Trento, llegada en Bormio, puerta de entrada a los Dolomitas. 154 kilómetros. Dos puertos a mitad de recorrido, el clásico y tendido Tonale, un segunda, y el terrorífico en apariencia Mortirolo, que no lo será tanto: está situado a casi 50 kilómetros de la meta y se asciende por Monno, el lado fácil (12,6 kilómetros al 7,6%), y para llegar a Bormio se esquiva tristemente el Stelvio: los corredores solo pasarán por el cruce del camino que asciende desde la ciudad al gigante de los Alpes. Una etapa de transición en un territorio de épica. No habrá gigantes, puertos que rozan las nubes a casi 3.000 metros, nieves perpetuas. Ni Bondone ni Gavia ni Stelvio ni Zoncolan ni Marmolada ni las Tres Cimas de Lavaredo. Ni siquiera Pordoi.