Un viejo lema para el nuevo año
¿No queda más remedio que elegir entre la aspiración a la felicidad personal y la aspiración a la felicidad colectiva?
A veces, cuando un lector me dice que lee con gusto mis artículos, añade: “Aunque no siempre estoy de acuerdo con usted, ¿eh?”. “No se preocupe”, lo tranquilizo. “Yo tampoco”. Hablo en serio; cada uno es como es: yo, apenas formulo una idea o escribo un artículo, ya estoy pensando en refutarlo. O por lo menos en matizarlo.