Una pandemia silenciosa
Las violencias no letales contra las mujeres no reciben la atención necesaria en la formulación de políticas públicas. Es imperativo elaborar nuevas estrategias que aborden de manera efectiva las causas subyacentes y ofrezcan una respuesta eficiente
Las violencias no letales contra las mujeres suelen pasar desapercibidas por diversas razones. En primer lugar, porque no siempre son visibles a primera vista, manifestándose, por ejemplo, a través de violencias psicológicas y patrimoniales, como amenazas, retención de documentos y violación de domicilio. Muchas veces ocurren en el ámbito privado, sin presencia de testigos. Además, estas violencias suelen considerarse de “menor gravedad” al no resultar en muerte, aunque sabemos que los feminicidios suelen ser la etapa final de una sucesión de agresiones previas.