Van de Zandschulp, el discreto e inesperado terror de los gigantes
El tenista holandés, sin título alguno, brilla cerca de la treintena y como 85º del mundo al batir en medio año a tres campeones como Alcaraz, Nadal y Djokovic

¿Quién lo hubiera dicho? En el circuito se le conoce como Botic, por eso de lo impronunciable del apellido, Van de Zandschulp. Y en apenas medio año, de septiembre aquí, ha sido capaz de reducir a Carlos Alcaraz en Nueva York, finiquitar después la carrera de Rafael Nadal en Málaga y hacer polvo a Novak Djokovic ahora en Indian Wells, donde el murciano encara la próxima madrugada a Denis Shapovalov tras vencer a Quentin Halys (6-4 y 6-2, en 68 minutos) y donde ya es inviable ese apetecible cruce con Nole en los cuartos. El serbio, de 37 años, se inclinó por 6-2, 3-6 y 6-1 en el estreno frente al soberbio holandés, un actor secundario que lleva una década compitiendo de manera discreta entre el grueso del pelotón y que en un escaso margen de tiempo ha pasado del pseudo anonimato a recibir merecidamente los flashazos: ahí está él, tan silencioso, tan letal. ¿Y por qué no?