Verdades y mentiras sobre el Rock Radical Vasco: ¿se aprovechó la izquierda abertzale del movimiento?
En ‘Fiesta y rebeldía’, un libro de 800 páginas, 71 protagonistas desglosan las interioridades de un estilo que conjuga música, heroína, política, excitación cultural y calle, mucha calle

Si alguien fue joven a principios de los ochenta en el País Vasco sabrá de qué va esto: botes de humo, carreras trastabilladas, angustia en la cola del paro, rabia. Una complicada situación política y social que muchos jóvenes decidieron desahogar a través del punk. Pero no solo: alrededor de la música se vivió un ambiente de excitación cultural al que se sumaron emisoras de radio, fanzines, periódicos, locales donde tocar (los populares gaztetxes), compañías de discos, iniciativas de autogestión... La etiqueta, Rock Radical Vasco, surge en octubre de 1983 en un festival en el polígono de Tiro de las Bardenas en Tudela (Navarra). Bajo el lema de El rock de Euskadi contra la OTAN actuaron Eskorbuto, Barricada, La Polla Records, Hertzainak, Zarama, RIP y Basura. El declive llega a finales de la década de los ochenta.