‘¡Viva la bohemia!’: un recorrido por la marginalidad artística de Madrid
La narrativa de la exposición recuerda que lo bohemio no es solo una cuestión estética, sino que también tiene un trasfondo atravesado por la precariedad de los artistas

“Cuando entras, son ellos los que te están mirando”, dice Alberto Martín, comisario de la exposición ¡Viva la bohemia! Los bajos fondos de la vida literaria, al inicio de este recorrido en el Museo de Historia de Madrid. Se refiere a las imágenes filmadas por Alice Guy en 1905, donde en su mayoría hombres con traje se agolpan en la Puerta del Sol, mirándola a ella, a la cámara. Haciendo referencia a una cita de Ricardo Baroja, que se encuentra grabada en la pared, Martín señala que entre toda esa gente perfectamente podía haber “algunos bohemios”, gentes que “escribían en periódicos que no pagaban (o pagaban poco); pintaban cuadros que no vendían; publicaban versos que nadie leía; dibujaban caricaturas que no quería nadie”. Sobre ellos trata esta muestra que puede visitarse hasta el 1 de junio.