Vuelta al pasado en la gestión del lobo
Pese al discurso apocalíptico del PP contra el cánido, los datos oficiales de la Junta de Castilla y León muestran que en la última década los lobos en Palencia han disminuido
El debate sobre el lobo en el Congreso el pasado 20 de marzo había alcanzado el culmen del dramatismo. Casi a gritos, la portavoz del PP, Milagros Marcos, describía el ambiente apocalíptico que sobrecoge al mundo rural tras la protección de la especie hace cuatro años: miedo en las “familias humildes que no se atreven a ir al centro de salud o a la iglesia”, terror a “mandar a los niños a colegio”. Marcos es diputada por Palencia, y sus quejas parecían reflejar la explosión demográfica de los lobos en la provincia desde que no se les caza. Sin embargo, los datos oficiales de la propia Junta de Castilla y León muestran lo contrario. En la última década, los lobos en Palencia no solo no han aumentado: han disminuido. ¿A qué viene entonces tanto alboroto?