Y así, sin más
Ahora ir a museo es subirse al carro, ahincar, abrirse paso entre el mogollón. Ahí vamos apiñados de pasillo en pasillo, queriendo escabullirnos, pero no hay salidas, solo una sala, y otro salón, y otro

Y así, sin más, nos metemos en un museo. Con los demás de la panda, para darnos un lote, un chapuzón, para darnos un homenaje, un chupinazo. Ahí estamos todos, grabando con la cámara, disparando a diestra y siniestra. Las obras nos miran atónitas. No se creen lo que ven, todo ese atropello, el botellón, con el gollete empuñado.