Y, de repente, te das cuenta
La creatividad no es un sustituto del conocimiento, sino su consecuencia

No hace falta ser Arquímedes para experimentar un momento eureka. Recuerda el episodio. El rey Hierón II, célebre tirano de Siracusa, encargó a Arquímedes que desarrollara un método para evaluar la pureza del oro de su nueva corona votiva; ya sabes, un típico problema de tirano. Hierón estaba mosca, porque le había dado al orfebre una cantidad precisa de oro puro para fabricar la corona y sospechaba que el orfebre le había sisado parte del oro y lo había sustituido por el mismo peso en plata. Pero no sabía cómo demostrarlo, así que se lo pidió al mejor científico de su tiempo.