Yo también tengo sentimientos religiosos
Me ofende la existencia del artículo 521 del Código Penal, en sus dos apartados: el que castiga las ofensas a los creyentes y el que castiga las ofensas a los no creyentes
Yo no tengo sentimientos religiosos. Hasta esta semana, me tenía por alguien inmune a la ofensa, salvo aquellas que se infligen directa y personalmente. Me molesta que un fumador me eche el humo a la cara, que unos borrachos se meen en la puerta de mi casa, que me agredan las narices con perfumes, que me manoseen, que me griten al oído, que me saquen a bailar cuando he dicho que no quiero o que un extraño me cuente su vida para que escriba una novela con ella. Era incapaz de ofenderme por asuntos que no me tocasen, apestasen o pringasen. Lo que hicieran los demás en sus casas y con sus cosas me la traía al pairo. Hasta ahora.