Yoruba, kimbundo o kikongo: así moldearon las lenguas africanas el portugués de Brasil
El orgullo por esa herencia en las escuelas de samba de Río de Janeiro pone de manifiesto la importancia y los prejuicios que aún genera un legado de más de 3.000 palabras

“Exceso de palabras en yoruba”. Fue la justificación que una de las miembros del jurado del carnaval de Río de Janeiro usó para quitar puntos a una escuela de samba. Unidos de Padre Miguel realizó un desfile en homenaje a los orígenes del candomblé, una religión afrobrasileña, y su canción estaba repleta de términos de origen africano. Esa valoración encendió una fuerte polémica y hasta la ministra de Cultura, Margareth Menezes, se pronunció: “Es una falta de respeto a nuestra ancestralidad, la samba nació de la resistencia”, lamentó. Casi todas las escuelas de samba celebraron de una u otra forma la herencia africana en Brasil. Mangueira usó su desfile para loar la cultura bantú, con muchos de sus componentes con disfraces que rendían homenaje a ese vocabulario africano ya integrado en el portugués. No es algo anecdótico, son unas 3.000 palabras: un léxico heredado de los casi cinco millones de africanos que tras ser secuestrados y esclavizados fueron llegando a Brasil entre el siglo XVI y finales del XIX.